Los colibríes son los pájaros más pequeños que existen y son originarios del continente americano. Aletea 80 veces por segundo y la mayoría tienen un plumaje muy colorido.
Para los mayas y los aztecas eran aves con gran importancia, tanto que siempre lo hemos relacionado con la buena suerte o que nos trae un mensaje de alguien.
Cuenta la leyenda maya que los Dioses crearon todas las cosas en la Tierra, los animales, árboles y piedras con barro y maíz, cada uno tenía encargado un trabajo. Al terminar, notaron que no se habían encargado de alguien que llevara los pensamientos y deseos de un lugar a otro.
Como ya no tenían ni barro ni maíz, los dioses crearon otro animal con una piedra de jade tallada en forma de una flecha muy pequeña. Al terminarla, soplaron y la flecha cobró vida y empezó a volar, a este primer colibrí los mayas lo llamaron x ts’unu’um.
El pequeño colibrí tenía unos hermosos colores que brillaban con el sol y era muy ligero así que podía acercarse a las flores sin mover un solo pétalo.
Los hombres trataron de atrapar al colibrí para quedarse con sus hermosas plumas, ante esto los dioses se enojaron y dijeron: “si alguien lo atrapa, será castigado”.
Esta es la razón por la que los colibríes vuelan libres y si llegas a ver uno cerca, seguro te trae buenos deseos o pensamientos de alguien, ya sean vivos o de personas que ya no están en la tierra.
En el jardín de la casa de mis papás en la Ciudad de México todos los días llegan de visita por lo menos unos dos y se dan un buen festín con las flores de mi mamá. Siempre he creído al verlos que es mi “abuelita” materna y mi madrina que vienen a saludarnos y decirnos que todo está bien.